El objetivo de la campaña era la sensibilización y concienciación de la ciudadanía ante la violencia de género, un problema calificado por la OMS como pandemia. Ese año la campaña hizo especial hincapié en la sensibilización e implicación del hombre. Se perseguía que los hombres dieran un paso al frente para condenar y mostrar su repulsa ante aquellos que maltratan y asesinan a las mujeres, ante el machismo. Tomamos como punto de partida la idea/mensaje: "Tú silencio y tu pasividad ante el maltrato y el maltratador te hacen cómplice. La violencia de género es un problema de todas y TODOS".

Recurrimos a hombres andaluces conocidos y referentes en distintos ámbitos que conectaran con los distintos targets y se identificaran con ellos. Eran sin embargo personas que aún siendo conocidas, vivían su fama dentro de la normalidad y sin estridencias, permitiendo que cualquier hombre se identifique con ellos. Es ese momento en el que se unen la reflexión, la visión, la rabia contenida, la vergüenza y el impulso. Es el momento en el que se grita #YONOSOYCÓMPLICE.